Tracker, en inglés, significa rastreador, seguidor. O sea, algo que le sigue el paso a otra cosa 🚶🏻♀️. Así como un control ordenado y claro a simple vista de algún proceso que queramos observar.
Por ejemplo, yo estoy siguiendo la cantidad de posteos de este Instagram. De un pantallazo sé qué semanas publiqué más, cuáles menos, cómo fueron los meses, si fui o no constante. Notarán que hay un hueco en esta semana caótica de cuarentena, nada que no pueda corregirse con un poco de re-orden, re-ideas, re-onda, jaja.
Y, ¿cómo se usa? Primero hay que tener el tracker —cuak—. Luego, la idea. ¿Qué te gustaría trackear? ¿A qué le querés seguir el rastro? Te tiro algunas ideas: empezás una dieta, querés entrenar para correr una maratón, días de estudio, días de práctica de piano. Uff, todo se puede trackear. El título indica de qué es el tracker, y al costado pondremos las referencias para guiarnos. Puede haber todo tipo de símbolos y cada uno remitirá a un acontecimiento diferente. Se ajusta a vos.
Y vos: ¿conocías este sistema? ¿Lo usás?